ESG Score. Churras con merinas

ESG Score. Churras con merinas.

Un único índice ESG no puede dar una idea conjunta de responsabilidades, riesgos y oportunidades.

Matt Seymour

Alejandro López-Cortijo, nuestro socio en sostenibilidad empresarial, opina que, al contrario de lo que persigue, “el ESG score confunde aún más al inversor; es mezclar churras con merinas”. Las empresas empiezan a ser valoradas por algo más que sus resultados económicos. El consumidor también cuenta. Y el trabajador, y la administración, y los media … Incluso una parte del mercado que ni siquiera nos compra pero que genera opinión en las redes.

Recientemente hemos analizado los resultados de la evaluación ESG de empresas que conocemos bien en lo que concierne al pilar E. “No es posible que unos puntúen la misma compañía con 78 puntos sobre cien y otro con 42. Esto confunde al inversor”.

Uno de los problemas es que se mezclan conceptos completamente diferentes. Por ejemplo, una compañía que publica una huella de carbono alta en 2019 tiene una gran responsabilidad sobre el cambio climático y es lógico que el público la penalice. Otra, que ha alcanzado la neutralidad en carbono y ahora promueve proyectos basados en soluciones de la naturaleza (NBS) para contribuir a los objetivos del Acuerdo de París, merece un premio. Sin embargo, ambas pueden recibir scores ESG semejantes a los de compañías que apenas emiten GEI (por ejemplo, una tecnológica que hace software para la mezcla de carburantes), pero que presenta un riesgo elevado por regulación, o la de otra tecnológica que modeliza flujos de aire para parques eólicos. Para rematar, el índice también quiere juzgar las incidencias adversas en otras variables ambientales, como el impacto en los recursos hídricos o la biodiversidad. Y, encima, medir todo esto en términos económicos. No es posible.

El fallo probablemente es la velocidad con la que queremos tomar decisiones. El score ESG da una idea rápida. ¿Diez? ni caso; ¿ochenta? Compra todo.

Medioambientalmente, toda inversión presenta efectos adversos y beneficiosos, riesgos y oportunidades. Pero hay que analizar los que prevalecen. Como en una acorde musical, hay varias notas, pero sólo una es la dominante. La figura adjunta refleja mucho mejor la situación. Así es como me gusta analizar una inversión: quiero inversiones que estén en el primer cuadrante, cuanto más alejada del origen de coordenadas, mejor.

Alternativa a ESG score

Es posible que la desviación venga precisamente de la pericia del equipo de análisis. “No todo pueden hacerlo los economistas. Por ejemplo, para correr la metodología de la UE Taxonomy hacen falta , además, conocimientos de biología, de ingeniería, de sociología y más”. Para colmo, el índice es una agregación de inversiones de una organización. El análisis debe hacerse proyecto a proyecto.

Como conclusión, es imprescindible definir buenos estándares que hagan las inversiones comparables. Seguro que irán llegando poco a poco. Lo sobresaliente es que, por fin, en el mundo financiero se habla de sostenibilidad.

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