
Casi todas las empresas hoy entienden que la sostenibilidad debe ser un elemento central de su estrategia y de sus procesos de inversión, pero a menudo se confunden acerca de cuál es la mejor manera de informar sobre el progreso de ESG de una manera que sea creíble para los accionistas y para otras partes interesadas. Lo que se necesita es un conjunto uniforme de estándares para la medición y la presentación de informes, tal como lo tenemos para el desempeño financiero. Imagina un mundo en el que cada empresa tuviera que decidir por sí misma cómo medir, por ejemplo, los ingresos o depreciar sus activos. O elegir entre tres o cuatro formas alternativas de hacerlo sugeridas por diferentes ONG. Esa es la situación en la que han estado viviendo las empresas en lo que respecta a ESG, pero hay esperanza en el horizonte.
Hacerte creíble a tus stakeholders en sostenibilidad puede parecer sencillo. Pero ha habido tanta pintura verde y hay tantas iniciativas compitiendo, que los inversores lo tienen complicado. Hoy, la contabilidad ESG es un verdadero desastre. No existe un conjunto uniforme de estándares para medir el comportamiento, el progreso y el cumplimiento de promesas de una empresa en materia de sostenibilidad. La buena noticia es que una nueva iniciativa, el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad, (o ISSB por sus siglas en inglés) promete hacer por los informes de sostenibilidad lo que hace el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB) por los informes financieros: desarrollar normas para que las empresas informen sobre su desempeño a los inversores. Aunque aún es incipiente, el resultado ideal de ISSB sería, si se convierte en un estándar global, que integra el trabajo de todos los estándares anteriores. Idealmente, la SEC y la UE pueden usar sus estándares. Las empresas deben brindarle a ISSB todo su apoyo para hacer que estos estándares sean lo mejor posible.
La iniciativa ISSB, según publican Eccles y Mirchandani en este artículo de Harvard Business Review, está llamada, por la calidad de los líderes y las premisas de partida, a ser “El Estándar ESG”. Llevará un tiempo desarrollarlo y acreditarlo como tal así que, por el momento, trabajar con el estándar de la UE (Taxonomy), poniendo el rabillo del ojo en el americano TCFD, es una apuesta ganadora y trabajo adelantado.
Espero que hayáis tenido una buena Semana Santa.


