
Según Keesdorst (1), estos problemas tienen cuatro características a la vez:
1. Son abiertos: no tienen límites claros, y el contexto es parte del problema.
2. Son complejos: constan de muchos elementos, con conexiones interdependientes.
3. Son dinámicos: su situación cambia con el tiempo. No pueden “congelarse, resolverse, y descongelarse”.
4. Están interconectados: la posible solución de una situación influye en otras, pudiéndolas complicar, a su vez.
Por tanto, se hace necesario replantearse el marco de resolución de problemas en una empresa. La buena noticia, es que esa nueva forma de replanteo trae de la mano un nuevo campo de oportunidades: nuevos “agentes” que enriquecen no sólo la recogida de información sino también los enfoques de cómo afrontarlos y resolverlos. Veamos el caso del teletrabajo.
El teletrabajo es el típico problema al que se enfrenta una empresa con las cuatro características anteriormente citadas (abierto, complejo, dinámico e interconectado). Nuestra propuesta consiste en abordarlo desde tres enfoques distintos con los stakeholders adecuados.

¿Quieres saber más? Contáctanos
1KeesDorst, Frame Innovation, create new thinking by design, The MIT press, 2015

